Claudia Perera, coordinadora del proyecto Manzano Verde que se lleva adelante en el INAU, contó que se trata de una iniciativa "donde se atienden medidas socio educativas no privativas de libertad, estamos en el predio del Hogar 5, nuestra directora es la del Hogar, Marianela Fernández y compartimos distintos talleres, como el de sanitaria dictado por Miguel Gutiérrez un hombre de la comunidad que lo hace gratuitamente, el de carpintería por docente proporcionado por el MEC, profesor de historieta que viene por el MEC desde Montevideo, Gervasio Troche, y manualidades que hacen con distintos educadores, en nuestro proyecto lo hacen con nosotros, los educadores y en mi caso me gusta la manualidad, para salir del contexto que en el menor infractor vemos todo lo malo pero con ese menor es con la persona que nos toca trabajar y debemos de salir adelante con valores y darle al chico una oportunidad para reinsertarse en la sociedad desde lo que tenemos".

¿Con qué se encuentran al recibirlos?

"Chicos que llegan con una problemática en común el consumo de drogas, es el detonante, el chiquilín después que está en un período de abstinencia o en un período de contención, que uno habla, lo charla, le da una contención y respaldo, estamos día a día, lo hablamos, le preguntamos si consumió o no, llegaste temprano a tu casa, eso, después que él ve que a alguien le interesa, el chiquilín cambia. Como educadora durante siete años y ahora como coordinadora para mí es la contención, el chiquilín que está contenido, con límites claros y el papá y la mamá presente..."

¿Presente qué significa? 

"Sí, tenemos padres que trabajan, o que están muchas horas fuera de la casa, o que estando no están, a veces están muchas horas dentro de la casa, pero no le prestan atención a los hijos".

¿Cómo se aplica el programa?

"En el proyecto de medidas no privativas de libertad, donde el joven está en su casa y lo que hace es venir al proyecto dos veces, tres o cuatro por semana durante dos o tres horas por día, tratamos de tener un nexo con la familia, un aliado, que la familia diga vamos a ponerle tales limites, vamos a cuidarlo, que no salga. Vamos a ver mamá de noche como llega, si viene con abuso de alcohol, cambiado por la sustancia, vamos a estar presentes, en la medida que él sienta que nos importa, que estemos presente, él va a ir cambiando, pero tenemos que estar, para mi es la regla básica, estar presente, pero ¡presente! 

Levantarnos, ver si el chiquilín llega con aliento alcohólico, si viene mal, por que después dicen que el chiquilín cambió, ¿cuándo cambió? eso lleva un proceso, estuvimos ausentes, nunca lo vimos a ese proceso.

No podemos olvidar que la adolescencia son cambios muy fuertes, porque es dejar de ser niños por momentos y querer ser grande, especialmente en la noche, con ese mareo en la cabeza aparece la droga, el alcohol, está todo muy permitido y si no estamos presentes los padres que somos los referentes...".

Aunque duela, la primera responsabilidad es la de los padres 

"Sin dudas que sí, un hijo no nace solo, lo traemos al mundo y ello conlleva una responsabilidad que genera estar pendiente de ese hijo, no solo económicamente para darle dinero cuando precisa o nos pide, no, es el otro necesitás, acá estoy, qué te hace falta, vamos a charlar, mirá eso es peligroso no lo hagas, cuidate.

Sé que a veces por no herir o porque queremos ser amigos de nuestros hijos, no decimos las cosas, y no somos amigos de nuestros hijos, somos padres, amigos tienen muchos, pero los que van a poner los límites somos los padres, o los abuelos, o el tío que puede decirle, te mandaste una macana, a mi me pasó tal cosa, y vemos que no lo están haciendo. Cada vez veo más problemas de drogadicción, que ellos cometen delitos no porque estén necesitados de algo en especial, si no porque están necesitando de la droga, ¿qué nos pasó como sociedad que esto nos fue abarcando y ya no tiene contexto social? Esto abarca a toda la sociedad, no de un sector".

¿Se abren con ustedes cuando logran la confianza en ellos?

"Al principio están muy resguardados, con la caparazón muy dura, vienen diciendo "me encanta fumar" pero después con talleres formativos, audiovisuales, les vas mostrando la realidad, que de eso no se sale solo, sino con ayuda, con mucha ayuda, sicológica, farmacéutica. Tuvimos un chico que vino diciendo "yo no me drogo", a los cinco meses vino pidiendo que lo internáramos, hoy está en una clínica, logramos eso. Es difícil aceptar que tenés un problema, más siendo un adolescente y aceptar que tenés un problema y que no podés salir solo, que necesitás ayuda y que a veces los sistemas ambulatorios no sirven, porque es tan permeable la recaída que a veces necesita internación que es lo que INAU les ofrece.El chico que estácon nosotros sabe que si él quiere y está dispuesto a hacer un camino, se va a División Salud y se hace un camino para una clínica de rehabilitación".

¿Será mejor tener la clínica de internación acá o en Montevideo como ahora? ¿El hecho que la familia tenga que viajar sabiendo que INAU les da los pasajes, quizá por aquello que lo que vale necesita de sacrificio no será mejor fuera de acá?

"Por un lado ojaláque podamos concretar la clínica en Mercedes, es necesaria, a estos chicos se les apoya con pasajes y la familia tiene que ir, para ellos también se les brinda si el sicólogo determina que debe estar la familia. Si estuviera acá sería menos costoso por un lado, pero por el otro usted me plantea algo que no hemos pensado, quizá el tener que viajar más lejos, hace que se asuma un mayor compromiso por parte de la familia, todo lo que genera esfuerzo y un compromiso mayor después se valora más".