Este miércoles en la necrópolis de Mercedes tuvo lugar el acto de recordación de los "Policías caídos en el cumplimiento del deber". La instancia estuvo acompañada por autoridades nacionales y departamentales, entre ellas el Jefe de Policía de Soriano, Washington Curbelo, el Intendente de Soriano Guillermo Besozzi, los diputados por Soriano Gonzalo Novales y José Amy, entre otras. 

El discurso leído en ocasión de la parte oratoria, estuvo a cargo del Coordinador Ejecutivo de la Jefatura de Policía de Soriano, Xavier Galnares, cuyo texto se destaca a continuación:

"La fecha recuerda a una serie de enfrentamientos ocurridos, en  zona del paso molino, contra una banda criminal el 20 de noviembre de 1933,  donde, como luctuoso resultado final, perdieron la vida cinco integrantes de la Policía Nacional y cuatro fueron heridos.

No fueron los primeros ni los últimos. Antes y después la historia está repleta de hechos, en los que, en infaustos sucesos fueron muertos policías de todas las jerarquías desde cadete de la escuela nacional de policía como el cadete de 3º  año Heber Washington Castiglioni Castro, el sargento juan Obles Magallanes de la Policía de Soriano, hasta la máxima jerarquía  como  Juan Cardozo a  la sazón Jefe de Policía.

Fueron ultimados y algunos ejecutados en distintas circunstancias o eventos que asumieron solos, o formando parte de equipos, en áreas urbanas y en los campos de la patria, en allanamientos de fincas, en la vía publica, en persecuciones a pie, a caballo o en vehículos, en el momento de realizar una detención, combatiendo siniestros, controlando el tránsito, procurando solucionar conflictos familiares, interviniendo en conflictos sociales, de violencia política y  en guerras civiles. en emboscadas y en  atentados, en asaltos a bancos o rapiñas a comercios, en circunstancias extraordinarias o de engañosa rutina, estando en servicio y en ocasiones en sus días y horas de descanso.

La acción fatal se desarrolló sin que fuera posible preverla o en medio de errores tácticos. Fueron definidas generalmente en segundos, minutos o en ocasiones muy especiales en enfrentamiento que duraron horas. 

Quiero dirigirme, ahora, a ese  grupo de más de 250 policías de distintas épocas,  integrantes por siempre de la Policía Nacional, a los que imagino en perfecta y orgullosa formación, presentes en este acto mirándonos desde el cielo.

Algunos de ellos pertenecen al Ejército Nacional pero ya los hemos adoptado como propios pues perdieron sus vidas sirviendo como policías.

Se dice que la palabra más importante del idioma es recordar,  quizás le siga en importancia el termino gratitud.

Venimos hoy a decirles que  recordamos  vuestros nombres, vuestras  vidas, vuestros aportes a la institución y vuestras muertes.

Venimos a decirles que nos inclinamos reverentes en recordación de vuestro ejemplo, de vuestro valor, de vuestro arrojo, de vuestra bravura, de vuestra entrega, de vuestro compromiso, de vuestra contribución a la más noble de las causas que lo es el servicio público.

Venimos a decirles que nada es capaz de representar tanta sangre derramada de  servidores públicos con mayúscula como sois vosotros y de las lágrimas y el dolor de padres, madres, hermanos, viudas y huérfanos que os  sobrevivieron.

Venimos a decirles que procuramos sacar las mayores lecciones de cada circunstancia funesta que habéis enfrentado y fatalmente experimentado.

Venimos en recogimiento a agradecerles el legado de honor, abnegación y valor que habéis depositado en nuestras generaciones y ante vosotros renovamos el compromiso juramentado, por nuestro honor, de defender la constitución, las leyes, el orden de la república y los valores éticos de la profesión policial, aun, con el sacrificio de nuestras propias vidas.

Recordar a nuestros caídos en cumplimiento del deber tiene el propósito de que seamos permanentemente conscientes de nuestra propia mortalidad, de nuestra propia vulnerabilidad y de la fragilidad de nuestra existencia.

Alguien con mucha experiencia expreso: “nuestras familias nos permiten la aventura de ser policías pero no esperan una bandera al final del día.”

En verdad ser policía es una aventura extraordinaria, requiere de valor, requiere de inteligencia, requiere de conocimiento en especial de la condición humana, requiere de disciplina operativa, requiere de un elevado nivel de compromiso y  de camaradería porque, en los momentos de peligro, nadie es más importante que el compañero que está a nuestro lado. Afortunadamente tenemos en nuestras actuales filas héroes de todas las jerarquías. Hombres y mujeres que no desperdician la oportunidad de ser protagonistas, venciendo sus naturales miedos, de procedimientos en los que son necesarios coraje, determinación,  sapiencia para resolver con éxito situaciones en extremo difíciles. Trabajan  entre nosotros y  son anónimos para la sociedad en general.  Es un orgullo comandarlos y a la vez servirlos. 

Los superiores tenemos la responsabilidad de proveer a cada integrante de la fuerza de la disciplina, motivación, entrenamiento,  capacitación en general y en especial sobre el uso de las armas y   en las técnicas de supervivencia por que el accionar de los policías  en el cumplimiento de la función  nos representa a todos.

A los ciudadanos les decimos que estamos anhelosamente empeñados en alcanzar su conformidad y su confianza.   Nuestros desvelos están dirigidos a generar una mayor seguridad objetiva y subjetiReva en ustedes a quienes servimos.

Señores/as policías, de nosotros depende que nuestros conciudadanos sientan y expresen altos niveles de conformidad y confianza de manera de que celebren con nosotros nuestros éxitos y que tengan la sensibilidad de acompañarnos en momentos de luto y recogimiento como en este día. 

Cuando esto suceda como resultado de nuestro trabajo abnegado y recibamos ese tipo de reconocimiento ciudadano, en ese mismo momento estaremos a la altura de  este legado de sacrificio, valor y honor que hemos recibido y así, solo así, estaremos seguros que nuestros héroes, estos hombres y mujeres presentes hoy y siempre, a quienes veneramos, recordamos, respetamos y agradecemos, no habrán vivido ni muerto en vano".