(escribe prof. Alejandro Carreño  T.) El martes pasado el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE) le dio a Evo Morales el golpe de gracia a sus pretendidas intenciones de estar en la planilla de las presidenciales del próximo mes de agosto: está fuera de carrera al no poder inscribir su candidatura. La razón es una sola: el Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-bol), la nueva entidad política de Morales, no está reconocido legalmente y, por lo mismo, sus partidarios no pudieron inscribir a su candidato. Así lo comunicó el secretario Cámara del TSE. Luis Fernando Arteaga.

Sin personalidad jurídica, nada que hacer, Evo. Pero, ¿acaso el expresidente cocalero no era militante del MAS (Movimiento Al Socialismo), con el que gobernó por años? Era. Hasta febrero de este año cuando renunció al MAS, ahora en manos de quien fuera su exministro de Hacienda y Economía, Luis Arce Catacora, el actual Presidente. ¿Por qué el TSE anuló la personalidad jurídica del Pan-bol a principios de mayo? Porque no superó el 3% de los votos en las pasadas elecciones presidenciales de 2020. Con todo, no fue el único partido sancionado, puesto que el Frente Para la Victoria (FPV), también lo fue por la misma razón.

Por lo tanto, Evo no puede reclamar de persecución política, como suele hacerlo, cuando las cosas se le ponen complicadas o definitivamente negras como ahora. Y, como cuando se trata de Evo siempre hay alguna sorpresa más, esta no era la ocasión de que no la hubiera. Los simpatizantes de Evo Morales que promueven la creación de un nuevo partido político llamado “Evo Pueblo”, al no tener ninguna personalidad jurídica, optaron por inscribirlo como candidato del Pan-bol. Es decir, no había cómo por ningún lado.

Otra vez será, Evo, como cantaba Leonardo Favio porque, de esta vez, ni con chanchullos podrías registrar tu nombre en la papeleta presidencial. Tal vez, y por lo mismo, el expresidente no se pronunció, cosa rara en él. Permaneció atrincherado en su reducto cocalero en la región del Chapare, de la que no puede salir porque sobre él pesa una orden judicial de detención por trata de menor. Pero sí sus manifestantes ofrecieron las consabidas protestas con bloqueos de carreteras, estrategias de todos conocidas. Y como si nada de esto bastase, Evo estaba también inhabilitado para estas elecciones del 17 de agosto, porque sobre él existe un fallo de la justicia que lo inhabilitaba, y que fue corroborado la semana pasada por el Tribunal Constitucional: no puede postularse para un cuarto mandato, pues ya fue presidente más de dos veces.

Frente a este irreversible panorama, Evo, lo mejor es escuchar a Leonardo Favio: “Otra vez será, tierno amanecer”.

Quién sabe mañana.