(escribe prof. Alejandro Carreño T.) Los acontecimientos incomprensibles para el sentido común, resienten hasta las pocas fortalezas morales que le van quedando al país: los niños. Hoy agredidos brutalmente en un colegio con una “charla educativa de higiene y autocuidado” de fuerte contenido sexual, siguiendo, como dijo su directora para justificar su propia falta de competencia moral, que “todas las temáticas abordadas en el protocolo de sexualidad, afectividad y género, están enmarcadas en los planes y programas del Ministerio de Educación y del Ministerio de Salud”.

La “charla educativa” dictada para niños de Quinto Año Básico, es decir, niños que tienen entre 10 y 11 años, superó todos los límites que un progresismo ideológico, adscrito a distintos movimientos de ideología de género, como los sustentados por la exministra de Igualdad de España, Irene Montero, que sin pestañear declaró que “todos los niños, niñas y niñes tienen derecho a conocer que pueden amar o tener relaciones sexuales con quien les dé la gana, basadas, eso sí, en el consentimiento”, ultrajó brutalmente la dignidad de estos escolares.

No solamente el ultraje de su dignidad, sino también el daño moral provocado a su sensibilidad de niño, y del que tal vez demorarán mucho tiempo en recuperarse. Primero se les presentaron unas maquetas con “una vagina abierta que parecía trasero y un pene gigante”, comentó un niño a su madre, que fue quien hizo la denuncia al medio La Radio. Su hijo, relata la madre, no quería hablar del tema “porque era algo feo, algo para adultos”. Era gente ajena al establecimiento escolar. Luego les hablaron del uso del preservativo y pidieron responder si eran hombres, mujeres o trans.

La “gente ajena” eran funcionarios de la Unidad de Salud Sexual de la Seremi de Salud de Arica, dependiente, evidentemente, del Ministerio de Salud. Les entregaron, como dice el medio biobiochile.cl del viernes 22 de marzo en su artículo “Condones, sexo oral y VIH: revelan "temas" de charla sexual en Colegio de Arica”, tres panfletos. El primero con nueve preguntas relacionadas al VIH, al condón y a las relaciones sexuales: “¿Has tenido sexo oral y han eyaculado en tu boca?", "¿Necesitas condones?", "¿Estás en una relación en la que tú y/o pareja quieren dejar de usar condón"?:

El segundo panfleto aludía al uso del condón masculino y femenino: "Colócalo inmediatamente cuando el pene se encuentre erecto y antes del inicio del contacto/juego sexual con tu pareja”. Respecto del condón femenino, en seis imágenes se le muestra cómo se introduce. En cuanto los niños escuchaban estupefactos estas clases depravadas, recibían un documento en que debían identificarse como niño, niña o transexual. Una pregunta "ideologizada para niños de 9 años", según se lee en el documento en el medio citado. ¿Se imagina usted, lector, el drama para un niño de diez años ante tamaña depravación?

Esta barbarie porno-ideológica sucede en Chile con su educación. La propia directora del “Colegio Adolfo Beyzaga Ovando”, Jessica Carvajal Quiroz, defiende su irresponsabilidad moral, apelando a los lineamientos del Ministerio de Salud y del Ministerio de Educación: “Trabajamos dentro de un enfoque educativo y regulado por políticas del Ministerio de Educación y Salud, con el afán de Prevención y Difusión en cuanto a temáticas como el protocolo de sexualidad, afectividad y de género contextualizado en todos sus niveles acordes a la edad y a los procesos biológicos, psíquicos y psicológicos. Para generar consciencia de autocuidado, afectividad y sexualidad dentro del proceso de formación integral”.

Es decir, y de acuerdo con la directora, los ministerios de Salud y Educación están comprometidos con estas políticas que dañan, a veces de modo irreparable, la vida emocional de la persona niño. Porque, si estos son los protocolos “acordes a la edad y los procesos biológicos, psíquicos y psicológicos”, entonces cómo serán los protocolos para la Enseñanza Media. Y si estos son los protocolos, por sobre ellos están el sentido común y la decencia, extraviados en Chile desde octubre de 2019 y que el tiempo ha ido acentuando superlativamente, hasta llegar a los niveles de podredumbre moral generalizada en todos los poderes del Estado.

Y las explicaciones tanto de la ministra de Salud, Ximena Aguilera como del ministro de Educación, Nicolás Cataldo, son un reflejo de esta podredumbre moral: “No se respetaron los protocolos”. Pero, qué otra cosa se puede esperar de un gobierno de “monos peludos”, como un día los llamó Natalia Piergentili, expresidenta del Partido Por la Democracia (PPD), que integra el oficialismo. De hecho, la ministra del Interior, Carlina Tohá, es de este partido.

Y los monos, como se sabe, no tienen ningún recato. Ni menos decoro.