Las fiestas de fin de año traen consigo celebraciones y un mayor consumo de comidas y bebidas, generando así una cantidad considerable de desechos plásticos en todo el mundo, y Uruguay no es la excepción. Algunas empresas promueven sus ventas de bebidas en botellas plásticas diciendo: “Esta navidad crea momentos mágicos”. En la creación de momentos mágicos, cabe hacer algunas preguntas: ¿Qué pasa con el plástico generado? ¿A dónde va a parar? ¿Qué solución da la industria que lo genera? ¿Qué rol juega el reciclaje en el lavado de imagen de esta grave problemática?

Plástico y la contaminación

El plástico es un material hecho a partir del carbono (combustibles fósiles) y sustancias químicas. Los plásticos no existen sin los químicos, y en cada fase del ciclo de vida de los plásticos, desde la extracción del petróleo hasta la producción, el transporte, el uso y la eliminación de los plásticos, se liberan sustancias químicas nocivas.

Se han identificado más de 10.000 sustancias químicas presentes en los plásticos, y más de 2.400 de estas sustancias químicas han sido identificadas como sustancias preocupantes (además hay datos incompletos o nulos sobre los peligros de cientos de otras sustancias químicas plásticas). A su vez estas sustancias químicas tóxicas en los plásticos se han asociado con diferentes tipos de cáncer, daños a los sistemas inmunológico y reproductivo, el deterioro de las funciones intelectuales, retrasos en el desarrollo y otras graves afecciones a la salud. La evidencia sugiere que ya estamos viendo serios problemas de salud por exposiciones químicas a lo largo del ciclo de vida de los plásticos.

Desde la década del cincuenta, se ha disparado la producción de plásticos y las proyecciones sugieren que es probable que en las próximas décadas se duplique o incluso triplique la producción de plásticos y sus desechos.

Reciclaje de plásticos: un engaño peligroso

Frente al aumento de la producción, uso y descarte del plástico, la industria promueve el reciclado y tecnologías que incineran los desechos para utilizarlos como combustible, evitando asumir su responsabilidad y definir soluciones para la crisis de los desechos plásticos.

Sin embargo, a pesar de décadas de promover el reciclado, los datos de la realidad demuestran que es un rotundo fracaso. Un informe reciente realizado por Naciones Unidas halló que, a partir de 2015, sólo se había reciclado el 9% de todos los desechos plásticos producidos en el mundo. Es vital tener en cuenta que cuando se les recicla, simplemente se transfieren sustancias químicas tóxicas de los plásticos usados a los productos nuevos.

Por otro lado, la incineración del plástico exacerba el cambio climático y produce algunas de las sustancias químicas más tóxicas del mundo, conocidas como dioxinas, lo que aumenta considerablemente las amenazas para la salud.

Lo mencionado anteriormente no es muy diferente a la situación en Uruguay, trabajadores de nuestro país que trabajan en la clasificación y reciclaje comentan que hace 15 años que se recicla no más del 5%. Según lo proyectado por el Ministerio de Ambiente, a fines de este año se debería estar recuperando el 30% de los envases y embalajes, sin embargo, no han habido cambios, y se continúa prácticamente con el 5% que se arrastra desde hace 15 años.

Un nuevo informe de Beyond Plastics e IPEN desacredita las afirmaciones de la industria del plástico de que el reciclaje químico, también conocido como “reciclaje avanzado”, desempeñará un papel importante en la reducción de la contaminación plástica global. Esta forma de reciclaje usa la despolimerización química, térmica y asistida por disolventes para generar materia prima y polímeros y producir plástico nuevo a partir de residuos plásticos. De acuerdo con el informe, la ciencia y los datos descritos muestran que el reciclaje químico ha fracasado durante décadas y no contribuirá significativamente a resolver la crisis de los plásticos. El informe expone el reciclaje químico como una estrategia de la industria para apoyar la expansión continua de la producción de plástico, al tiempo que causa niveles inaceptables de daños e impactos ambientales y sociales en la salud humana, a través de emisiones, generación de desechos, consumo de energía y productos contaminados.

Queda claro que el reciclaje no es la solución para la contaminación plástica, solo exacerba una mayor contaminación de químicos altamente tóxicos que se sigan reciclando. La contaminación por plástico, solo se detendrá si hay una reducción sustancial de la producción.

La famosa frase del químico francés del siglo XVII, Antoine Lavoisier, “Nada se pierde, todo se transforma”, describe claramente lo que ocurre con el reciclado del plástico, y nada se pierde, se transforma y sigue contaminando. Si no hay una fuerte estrategia política dirigida a la progresiva eliminación del plástico, seguiremos bajo los efectos de las ilusiones, negándonos a ver una realidad que contamina.

RAPAL Uruguay
Diciembre 2023