En sesión pasada hablamos sobre salud mental, suicidio y depresión. Pensábamos poner un granito de arena responsablemente a este gran problema que es la salud mental y que todos debemos concientizarnos pero me he quedado anonadada con la campaña de audiovisión de ASSE. Que el señor comunicador y profesor diga “ bajón que ahora lo llaman depresión” y que “vayan a comer bizcochos a la rambla” entre otras cosas me parece de una incoherencia e irresponsabilidad total y más proviniendo de un docente y termina indicando que se debe consultar a un profesional. Si esto es responsabilidad de ASSE (la publicidad) creo que se debería enfocar la campaña promoviendo más lugares de atención con los profesionales indicados en tiempo y forma con una atención de SALUD MENTAL para todos y no con incoherencias que no hacen más que desorientar y minimizar un grave problema. Que mis palabras pasen a la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y a la Dirección de Salud Mental del mismo.

En otro orden Sra. Presidente quiero dar lectura a un artículo de un hecho que ocurrió en Villa Soriano el 11 de marzo de 1967. OCUPACIÓN DE LA VILLA El 11 de marzo de 1967, estudiantes y trabajadores ocuparon la Villa Soriano y bloquearon los caminos de acceso. “Se tomó la Villa”, fueron las palabras de un dirigente sindical. Esta acción estaba motivada porque más de cuarenta jóvenes del lugar deseaban ir al liceo, pero en la villa no había ninguno. Los que querían hacerlo debían ir a Dolores, a unos 20 kilómetros. Desde 1965 se habían realizado gestiones con cuanta autoridad nacional se presentará -Intendente, diputados, senadores, ministros- y todos coinciden en buscar soluciones. Se consiguió un ómnibus de 25 plazas para trasladar a los estudiantes, pero apenas marchaba, no tenía chofer ni combustible. Llegado el nuevo año, todo indicaba que, si los 40 muchachos querían ir al liceo, tendrían que hacerlo a pie. La mayoría de los padres no estaba en condiciones de pagar el transporte. En la tardecita del 10 de marzo concurrió una representación del Plenario Sindical de Mercedes, invitada por la comisión de vecinos. También habían invitado a los diputados que en ese tiempo eran cuatro por el departamento, pero solo acudió un suplente de Pozzolo que no atino ni a abrir la boca. “No va más”, dijeron los padres; “no va más”, dijeron los estudiantes; “no va más”, dijo el pueblo, y se aceptó la sugerencia de la dirigencia sindical mercedaria de cerrar la Villa y convocar a las autoridades para la solución definitiva del problema. Se recuerda claramente a los estudiantes desfilando por la calle principal a las seis de la mañana del 11 de marzo, cantando el himno uruguayo con la bandera desplegada, y padres y vecinos con carros, tractores, chatas y cuanta cosa pudieran llevar para bloquear toda posibilidad de entrada a la Villa Soriano. A la siete de la mañana, por intermedio del Plenario Sindical, se cursaban telegramas desde Mercedes al presidente de la República y al Ministro de Cultura, Hierro Gambardella -que había hecho oídos sordos a la situación o bien no había sido informado por los diputados de Soriano-, al Intendente municipal, al director de Secundaria, al director del liceo de Dolores y al jefe de Policía de Soriano. En la villa montaron un parlante y brindaban constante información. Las comunicaciones solo llegaban por la radio de Mercedes, pues la centralita telefónica también se había sumado a la ocupación. LA RESPONSABILIDAD Y EL ENTUSIASMO DE UN PUEBLO El jefe de Policía se apersonó y, barricada mediante, parlamento con los ocupantes. Se le transmite la necesidad de que el ministro de Educación se hiciera presente en el lugar. Por la tarde se tenía noticia de que todos estaban enterados y se instrumentaban soluciones. A las ocho de la noche, el ministro daba el visto bueno a la contratación de un ómnibus para los estudiantes, y para el miércoles 13 de marzo concedía audiencia a una comisión de los ocupantes. De la entrevista surgió efectivamente la contratación del ómnibus y la solución de un problema creado por la propia inoperancia de la elite política. Todo el pueblo de la Villa recibió con demostración de júbilo un triunfo que era solamente suyo: un despertar de tantos años de olvido y pisoteos, solo escuchando promesas y recibiendo limosnas. Seguramente el problema de los estudiantes no era el único. Había y hay otros de suma gravedad que siguen siendo ignorados, pero se había dado un paso de suma importancia. Hoy, a más de 55 años de aquellos días, queda el ejemplo de que luchar es posible y necesario. Villa Soriano, la población que tuvo la virtud de detener el tiempo, quedándose a vivir con la historia, a conversar en los juncales y con su viejo amigo el río, sigue esperando tiempos mejores. Esto vinculado a la pérdida de servicios que ha ido teniendo nuestro querido pueblo y además en este momento el ya inminente cierre del Centro de Atención Ciudadana. En el cual se realizan pagos de Tributos, cobro de haberes, envíos de cartas, encomiendas, venta de timbres profesionales y mucho más. Decirles a los pobladores de la Villa que además de los aportes dados por las autoridades a sus reclamos más que justificados, la decisión y la lucha está en ellos todos unidos. Y que ni uno solo mire para el costado en algo que es tan necesario para la población. Que mis palabras pasen al Ejecutivo Comunal, al Correo Uruguayo, al Secretario de la Junta de Villa Soriano, al Sr. Pedro Vázquez vecino que está encabezando una recolección de firmas, a nuestros tres diputados; Ma. Fajardo, Enzo Milán y Martin Melazzi y a la Presidencia de la República.