(escribe  prof. Alejandro Carreño T. Cada cierto tiempo la política argentina nos sorprende con políticos presidenciables que remecen el escenario político sin que hayan tenido, tal vez, la intención de remecer absolutamente nada. Como si de la noche a la mañana alguien les dijese “tú eres el elegido”. Sucedió con Alberto Fernández, el actual Presidente, cuya historia la relato en mi columna “Los Fernández”, publicada en el medio CoolTivarte el martes 1 de diciembre de 2020: “Yo voy a ser tu candidata a vice” (le dice Cristina Fernández), según relata el periodista Diego Schurman en su libro “Alberto. La intimidad del hombre. El detrás de escena de un presidente”, y así lo cita la periodista y escritora Silvia Mercado en su artículo “¿Quién manda en la Argentina? Democracia e incertidumbre en la inédita coalición de gobierno”, publicado en el Portal Demo Amlat”.

Algo parecido ocurrió con Milei, el controvertido personaje y líder del movimiento La Libertad Avanza. Su carrera política se inicia, en rigor, recién el año 2019 cuando se afilia al Partido Libertario. Pero antes, a partir de 2012 comenzó a escribir columnas para La Nación y El Cronista, además de publicar algunas notas en Infobae el 2013. Participó en programas de televisión y radio el 2014 y durante el gobierno de Macri fue invitado a varios programas de televisión para hablar de economía, su especialidad. Un hombre que viene de los medios con muchos libros publicados sobre economía y, como si no bastase todo esto, con un pasado también por las tablas escénicas como actor de su propia obra (2018): “El consultorio de Milei”. Desde 2017 hasta 2022 Milei fue el anfitrión de su propio programa de radio semanal: “Demoliendo mitos”.

Su vida ha estado más ligada a los medios que a la política. La prensa lo ha elevado a la categoría de “rockstar”, lo que a él, al parecer, no le incomoda en absoluto. De hecho, en 2019, la revista Noticias lo ubicó en el puesto 27 entre las 100 personas más influyentes de la Argentina, lista que encabezó la expresidenta Cristina Fernández, y que incluyó a personas de todos los sectores de la vida nacional. Pero, ya en 2021, había alcanzado el cuarto lugar, en la misma revista, de las personas más relevantes de Argentina.

Milei es un político surgido de los medios. Sus constantes apariciones televisivas, sus discursos agresivos y controversiales (que pueden verse fácilmente en internet), y sus frases que lo han caracterizado como político y economista: “derecha libertaria”, “anarcocapitalista en la teoría”, “liberal-libertario” y “minarquista”, lo catapultaron hasta la “posible” disputa presidencial de octubre próximo (debe ganar, primero, las primarias en agosto). Pero fuera de Argentina lo reconocen como un ultraderechista, a la moda Bolsonaro en Brasil o Trump en Estados Unidos. Algunas de sus ideas se encuadran dentro de esta corriente, por lo menos desde la mirada de la ultraizquierda. Por ejemplo, se opone a la ESI, es a favor del porte de armas, niega el calentamiento global y ve en el estado un enemigo potencial.

Su mandato como diputado de la ciudad de Buenos Aires comenzó el 10 de diciembre de 2021 y termina el año 2025, lo que podría ser mucho antes si las urnas le son tan rotundas como su convicción: “Hoy estamos en condiciones de entrar en la segunda vuelta, y la realidad es que si entramos, yo soy el próximo Presidente de Argentina”, declaró en su reciente visita a Chile que, para variar, no estuvo exenta de polémicas: “Entre izquierdosos se juntan, o sea entre empobrecedores se juntan, y así como esperamos sacar la plaga kirchnerista, en realidad toda la plaga socialista que azota a Argentina por más de cien años, espero que ustedes tengan la dicha y la altura como para poder sacarse también a este empobrecedor de Boric”.

Por entusiasmo y arrogancia, Javier Gerardo Milei no se queda. Sea como sea, Milei está dispuesto a superar esa etapa previa y luego darle con la maza a Massa, el candidato oficialista, otro que, a falta Kirchner y Fernández, tuvo que asumir el sacrificio.