Una reforma necesaria y justa, que asegura las futuras jubilaciones, el futuro del sistema y expande derechos. Esta reforma logra mejores prestaciones para la mayoría de los uruguayos, especialmente para los de menores recursos.

• Los jubilados actuales no entran en la reforma. La reforma no comprende a las jubilaciones y pensiones en curso de pago, ni tampoco a aquellas personas que generen la causal por edad y tiempo de servicio  (común por edad avanzada) hasta el 31 diciembre del año 2032.
• Con la Reforma, las jubilaciones se mantienen o aumentan en todos los escenarios estimados (por técnicos del BPS respetados por su trabajo).
• Libertad de trabajo: inmediatamente de aprobarse la reforma, todos los jubilados van a tener el derecho a trabajar estando  jubilados (respuesta a ONAJPU: es una opción, la gente puede querer seguir trabajando).
• Recién en 2036, dentro de 14 años, se comenzarían a necesitar 63 años de edad para jubilarse, la misma edad con la que hoy ya se jubilan en promedio los uruguayos.
•  Recién a partir 2040 se necesitarían 65 años para jubilarse.
• Cada peso aportado cuenta: ya sea por acumulación de servicios, por reingreso a la actividad o como adicional a las pensiones no contributivas. Hoy hay situaciones en las que la gente aporta y como no llegan al mínimo, no configura derechos.
• Se mantienen los actuales 60 años de edad para jubilarse para los puestos de trabajo que requieren un particular esfuerzo físico, como los de la construcción y del sector rural, algo que se puede extender a otros puestos que implican una exigencia física similar.
• Las mujeres con hijos podrán mejorar su promedio para el cálculo salarial base para  su  jubilación,  descontando hasta dos años por hijo por bajos ingresos por la maternidad, mejorando así su futura jubilación.
• Se mejora el periodo que cubre las pensiones en favor de los hijos, ampliando la cobertura de 21 a 23 años de edad para aquellos que cursen estudios terciarios.
• La reforma  otorga un beneficio  adicional a las pensiones por vejez e invalidez, dando una mayor protección social. Ese adicional,  en el caso de beneficiarios de pensiones no contributivas por incapacidad severa podrán cobrarse desde los 50 años de edad.
• Se crea el Suplemento Solidario, monto base de $ 14. 000, que complementa las jubilaciones de hasta $ 42.000.

El suplemento será mayor en las jubilaciones más chicas y menor en las próximas a los $ 42.000, alcanzando a la mitad de todos los jubilados por el nuevo régimen.

• Se puede acceder a una jubilación parcial por el pilar de ahorro a partir de los 60 años de edad y con 30 de trabajo, o incluso sin ese mínimo de tiempo de trabajo, en los casos de personas en situación de desempleo prolongado.
• Se mejorarán  los beneficios a los que podrá acceder una persona con enfermedad terminal en el pilar de ahorro, permitiendo que, además, el saldo de sus ahorros no utilizados beneficie a sus herederos.
• Progresivamente, empezando por las personas de más edad, se asegurará  que todos  los mayores tengan un ingreso mínimo garantizado.
• Se crea beneficio para personas que se hayan dedicado al cuidado de discapacitados severos por un tiempo mínimo (accederían a pensión vejez con 65 y no con 70 años).
• Un sistema que trata a todos por igual: con esta reforma, desde el punto de vista del sistema previsional, va a haber mayor igualdad. La convergencia de distintos regímenes resuelve problemas que hace mucho que se critican pero frente a los cuales no se hizo nada. Un ejemplo de esto son los privilegios de algunas cajas como la de Profesionales (que genera cargas importantes sobre la sociedad). El nuevo sistema único hace que no haya personas de primera y de segunda y termina con los privilegios.