El equipo de @gesor agradece desde ya vuestro aporte, el que nos permitirá seguir creciendo y brindando cada vez más contenido.
Moneda | Compra | Venta |
38.05 | 41.05 | |
0.05 | 0.35 | |
7.23 | 9.23 | |
40.54 | 45.39 |
El Quique fue portador de algunas memorias propias del realismo mágico de la selva colombiana -realismo mágico que antecede a García Márquez, porque ya estaba presente en vallenatos de principios del siglo pasado; de hecho el propio Gabo dijo alguna vez que Cien años de soledad no era otra cosa que "un vallenato de cuatrocientas páginas-.
De madrugada, en ruta 5, esperando un ómnibus de esos que vienen del norte y que con suerte y viento a favor te llevan hasta Montevideo, se me acercó un tipo que acababa de dejar un camión en el descampado que está frente a una de las rotondas de ingreso a Florida. Dejó el camión ahí y se acercó a la parada a probar mi misma suerte. A los cinco minutos ya estábamos de charla. Era de Soriano y había trabajado con Quique en un canal de esos lares. Me tiró tres puntas que me dejaron desconcertado. Después, en un encuentro de periodistas en Trinidad, a la hora del almuerzo le pregunté y me confirmó todo, con lujos de detalles. Su ida a Colombia sin muchas más pertenencias que una carta de recomendación de un expresidente uruguayo para intentar trabajar en El Espectador; su vida en una zona selvática, fabricando cajones para la cosecha de frutas; las veces que su camioneta fue detenida por guerrilleros primero y paramilitares después, grafiteándole las puertas con una insignia que hacía saber que ese vehículo circulaba en una zona ahora gobernada por los que habían ganado el territorio; el patatú del que se salvó raspando, pero por el cual estuvo internado, indocumentado, en un hospital en el que, por no tener derecho a asistencia, vivió parte de su convalecencia en una camilla, en los pasillos; y la posterior deportación, que en los hechos fue llevarlo hasta la frontera con Ecuador y dejarlo ahí, para lo que algún dios resuelva.
Quedamos en juntarnos para grabar unas cuantas charlas e intentar pasarlas a crónica, pero entre mis dotes procrastinantes y la vida que se cruza (y el desinterés del editor al que le tiré la propuesta -mal vendida, con seguridad-), nunca llegó nada a negro sobre blanco.
En Uruguay trabajó en la época de oro de CX30, y en medios de tierra adentro. Me contó de eso también, pero cuando su relato se internaba en los días colombianos, vibraba.
Un abrazo a su memoria
Emilio Martínez Muracciole
periodista
A los lectores de @gesor que realizan comentarios, en particular a quienes ingresan en la condición de incógnito, no se molesten en hacer comentarios ya no son publicados debido a que no dejan registro de IP ante eventual denuncia de alguna persona que se sienta dañada por ellos.
Igualmente reiteramos lo que hemos escrito en anteriores oportunidades, que pueden referirse con la dureza que se entienda pertinente pero siempre dentro del respeto general y no discriminando ni agraviando, o con expresiones que de alguna manera inciten a la violencia. Los comentarios son una herramienta maravillosa que debemos preservar entre todos.