Hoy quiero referirme a dos temas que tienen mucho que ver con deficiencias o autosuficiencia maliciosa de organismos públicos, que van en directo perjuicio de la población.

Son problemas de larga data, alguno de los cuales nos hemos ocupado en anteriores periodos desde esta banca, por lo que lejos está de una falsa intención de ir contra la actual administración y mucho menos de tener connotaciones político partidarias.

Son sí temas eminentemente políticos, porque hacen a las políticas de gestión de organismos oficiales del Estado.

En primer lugar, quiero poner de manifiesto la preocupación de los usuarios de los cajeros automáticos del Banco República que un mes sí y otro también, en plenos días de hacer efectivos sus salarios y pasividades se ven sorprendidos por el no funcionamiento de uno de los cajeros, tanto en el edificio central como en la terminal.

Sistemáticamente se da este hecho y desde hace muchísimo tiempo, sin soluciones a la vista, más allá de las promesas incumplidas de jerarcas que inclusive hablaron de habilitación de otros cajeros en las afueras del edificio central de la Sucursal.

Muy por el contrario, es dable ver en los días de mayor afluencia que solo funciona uno de los dos actuales y el otro siempre está en mantenimiento.

Reitero que esta situación no es de ahora, sino desde hace mucho tiempo y nadie ha podido revertirla.

El otro tema que nos ocupa y mucho es tan o más importante que éste y está referido, a las continuas pérdidas de agua que se registran en la red de distribución de OSE, particularmente en la ciudad de Mercedes.

Hay barrios donde el agua corre por las calles desde hace meses, incluso socavando hasta el cordón cuneta en algunos casos puntuales.

Sin exagerar, porque hemos concurrido personalmente a verlos, son miles de litros de agua potable que se pierden diariamente con el consabido perjuicio económico, además de las molestias para los vecinos y las otras pérdidas de los destrozos provocados por las aguas.

Hay además un contra sentido, en todo esto, porque mientras los usuarios tienen que hacer muchas veces sacrificios importantes para pagar sus consumos domiciliarios, llegando en algunos casos a la necesidad de firmar onerosos convenios, hay miles de litros de esa misma agua, reitero potabilizada, que se pierden impunemente, sin que OSE se dé por enterada.

Si a ello agregamos las inversiones hechas por el organismo en materia de saneamiento como, por ejemplo, en el barrio Artigas, totalmente improductivo porque la gente no tiene dinero para conectarse, como así las promesas incumplidas en este orden, donde vecinos de diversas zonas esperan contar con este servicio y como resultado de la espera, las aguas servidas siguen llenando de olores nauseabundos sus hogares y la vía pública en general.

La conclusión en ambos casos es la misma: una falta total de respeto hacia los usuarios, que son los que pagan por servicios incumplidos o en el mejor de los casos mal servidos.

Somos conscientes que desde esta Junta hemos hecho corporativamente numerosas gestiones, pero lamentablemente, todo sigue igual.

Creemos que ha llegado la hora de atender a la gente y poner coto a estos verdaderos perjuicios que son importantes.

Por eso señor presidente, vamos a pedir que estas dos inquietudes sean remitidas a los tres diputados de nuestro departamento, ya que, por tratarse de organismos nacionales, pueden llegar a tener una mayor fuerza en las gestiones para encontrar soluciones.

Nosotros seguiremos ocupándonos, pese a todo, de estos problemas porque involucran a nuestra gente, a los habitantes de nuestro departamento y por tanto, nos competen como representantes que somos de la ciudadanía.

En consecuencia, pido también que mis palabras pasen a la comisión o comisiones que usted estime pertinente, a fin de realizar un seguimiento efectivo, en contactos directos con los organismos mencionados, Banco República y OSE, a cuyos respectivos Directorios solicitamos sean remitidas las inquietudes planteadas. Muchas Gracias