El ministro de Defensa Nacional, Javier García, informó en el Parlamento que el 10% del personal subalterno de las Fuerzas Armadas vive en asentamientos, mientras que hay 1862 efectivos militares que viven en las propias unidades, según se desprende de un censo de vivienda realizado por la Dirección de General de los Servicios.

El ministro García acompañado por el subsecretario cnel (r) Rivera Elgue y el equipo del ministerio, asistió a la Comisión de Presupuesto del Senado, para tratar los asuntos del inciso contenidos en el proyecto de ley de Presupuesto. «Estuvimos 4 horas charlando con la Comisión de Presupuesto y quería compartir, no todo, obviamente 4 horas no podemos resumir en unos segundos, pero, plantearles algunos temas que nos parecieron importantes, que trasladamos a la comisión», sostuvo.

En una rueda de prensa el ministro el ministro indicó que hoy «pusimos en conocimiento del Senado de la República un censo de viviendas que realizó el Servicio de Viviendas de las Fuerzas Armadas». «Ustedes saben que la carencia habitacional es una de las particularidades que más nos preocupa, porque estamos hablando del personal más sencillo, más humilde, en una de las prioridades más básicas que es el techo. Decirles que del censo de viviendas hemos obtenido esta cifra: el 10% del personal de las Fuerzas Armadas vive en asentamientos. 1862 efectivos viven en unidades militares, quiere decir que son soldados, también hay oficiales que trabajan en un lugar lejos de su departamento de origen pero que no tienen posibilidad de tener una casa de otra modalidad que no sea la de vivir en el cuartel, lo cual lleva que 24 horas al día esté prácticamente de servicio, vive en el lugar donde trabaja. Pero denota una carencia muy importante que se suma al 10% del personal que vive en asentamientos. 7738 efectivos viven en la vivienda de un familiar o en una vivienda cedida o prestada. Quiere decir que estamos hablando de personal que tampoco tiene los recursos para poder cubrir la necesidad básica del techo y tiene que recurrir, a un familiar, o a un préstamo de vivienda cedida para poder colmar la necesidad indispensable de vivienda», precisó.

Estos son algunos de los datos del censo que obviamente nos van a llevar a trabajar en cómo podemos generar soluciones en materia habitacional.

Agregó que otro dato que sale de la vivienda, «pero que pinta claras, las necesidades por las que pasan buena parte de nuestro personal y por eso las compensaciones salariales que hemos incluido en el presupuesto. El 32% del personal militar tiene una necesidad básica insatisfecha. Si lo comparamos con la población en general del Uruguay, mientras en la población en general el 20% tiene una necesidad básica insatisfecha, en el personal de las Fuerzas Armadas trepa al 32%».

Finalmente indicó que «hay otro dato que a mí me impacta muchísimo, y es que el 18,5% del personal de escalafón más bajo pasa frío, no tiene medio de calefacción en su casa. Esto si uno lo lleva a la población general, es exactamente el doble que en la población general. Mientras en la población general el 9,9% no tiene medio de calefacción en su casa, entre los soldados esta cifra se duplica, 18.5%», puntualizó. 

El ministro se refirió al «inicio de un camino» al hablar sobre «un aumento salarial para los primeros cuatro grados empezando de abajo, del personal subalterno, que va a tener dos componentes: va a tener primero una partida fija para los primeros cuatro grados como decía, empezando de abajo, a todos por igual, que va a ir entre $600 y $800 de acuerdo al grado, de soldado a sargento. Y después se va a complementar con una compensación por el trabajo en frontera, y así esperamos que lo apruebe el Parlamento, que va a incluir una partida de hasta $450 por día por presencia en frontera, es decir, si el efectivo está en un campamento, una ruta, un monte, 7 días multiplica 7x450, o $400, porque ahí se va a ver cómo viene la escala salarial, la escala de compensaciones para que le pueda llegar a mayor cantidad de efectivos».

García dijo que «esta partida nos va a costar, le va a costar al Uruguay $224.000.000 de los cuales $190.000.000 van a ser financiados con ahorros justamente de gastos superfluos, con ahorros en cargos de particular confianza del propio ministerio de Defensa Nacional, es decir que, ahorramos en cargos de confianza política, en cargos políticos en general y en ahorros de diferente índole, $190.000.000 para financiar gran parte de esos 224 millones que significa la compensación salarial a los funcionarios más deprimidos, más humildes de las Fuerzas Armadas», explicó.

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