El viernes 4 se tomó conocimiento en las diferentes dependencias policiales sobre un comunicado de la Dirección Nacional de Planificación y Estrategia Policial en el cual se establecía alerta de carácter "muy urgente" y que además era firmado por el propio Director Nacional de Policía Crio. Gral. (r) Mario Layera Panzardo.

De acuerdo a información que pudo recabar @gesor de carácter extraoficial, se ponía en conocimiento que la persona J.L.S.B, conocido delincuente de la zona de Dolores y Mercedes, que tiene familiares y vinculaciones en ambas ciudades y cuenta con varios antecedentes, "integra una organización criminal, encontrándose requerido y se posee información confidencial que el mismo tiene la intención de tomar a la fuerza una comisaría, con el fin de apoderarse de armas de fuego".

Ante ello se emitió el alerta para que todas las Unidades Ejecutoras adoptaran las medidas de precaución correspondientes. 

Con esa información en su poder la División Investigaciones de la Zona II de Soriano, en la noche del mismo viernes lo avista a un par de cuadras del estadio cerrado "Ing. Carlos Magnone" de Dolores, y el requerido se introduce en una finca. Ante el alerta existente, se solicita apoyo a la Seccional 5a. al mando del Sub Crio. Adrián Olivera, de la Guardia Republicana, de la Brigada Antidrogras, viaja personal de Mercedes del Grupo de Reserva Táctica, todo ello supervisado por el Jefe de la División Territorial 2, Crio. May. Luis Astigarraga.

Con la autorización de los dueños de la casa donde había ingresado el requerido, se consigue entrar y detenerlo.

La información extraoficial a la que tuvo acceso @gesor indicaba que si bien este delincuente que por lo general se le conoce como responsable de hurtos en diferentes modalidades, el hecho que haya estado en "en cárceles como el Comcar, hacen sociedades y después son utilizados como perros" y por allí es que se presume que estaría previéndose la toma de una comisaría en Colonia para robar armas.

Pues bien, el requerido por disposición judicial permaneció detenido en la Seccional 5a. de Dolores, a su vez se realizaron tres allanamientos en la ciudad sin que se obtuvieran resultados positivos. Ante ello, la Dra. Soledad Nin, Jueza Letrada de Dolores de Primer Turno, a quien consultó @gesor, esperó que llegara alguna requisitoria del Juzgado que estaba investigando lo que el propio Director Nacional de Policía había establecido en el alerta "muy urgente" enviado a todas las dependencias policiales del país. Resulta que nunca llegó ninguna requisitoria judicial y por lo tanto la Dra. Nin al no tener razones para mantenerlo detenido resolvió su libertad.

Es decir que nada menos que el Director Nacional de la Policía Crio. Gral. (r) Mario Layera, el primer policía del país, con todo un cuerpo de asesores en las diferentes materias, envía un alerta "muy urgente", afirmando que este delincuente habitualmente autor de hurtos simples, "integra una organización criminal" y que además se tiene la información "confidencial", que "tiene la intención de tomar a la fuerza una comisaría con el fin de apoderarse de armas de fuego".

Cualquiera que leyera este alerta da como cosa "juzgada" lo que allí se establecía y que por lo tanto debía actuarse con sumo cuidado por lo que podía representar el intento de captura del delincuente. Se le avista en la noche, ya pasada la medianoche, primeras horas de la madrugada, se arma un operativo con alrededor de 20 funcionarios, inclusive trasladando parte del GRT desde Mercedes, que de no haber sido por la gentileza de los propietarios del lugar donde estaba el requerido de permitir el ingreso en la noche, tendrían que haber aguardado con la orden de allanamiento hasta la mañana siguiente, sin saber cómo iba a reaccionar alguien supuestamente buscado por lo que se decía y si no tenía algunos compinches con él, por lo que los funcionarios policiales estaban expuestos en plena noche. Todo para que antes de las 24 horas de la detención, el peligrosísimo delincuente quedara en libertad porque no había requerimiento de ningún juzgado ni seccional policial. Un bochorno.