Estamos ante un nuevo 19 de agosto en que los trabajadores del sector doméstico celebran su día, a 7 años del primer acuerdo salarial firmado el 10 de noviembre de 2008.

La ley 18.065 otorga a este sector, los mismos derechos que al resto de los empleados del país y establece este día como feriado no laborable y pago.

En Uruguay la ocupación del trabajo doméstico se ejerce ampliamente por mujeres. Aproximadamente 1 de 5 mujeres se desempeña en el servicio doméstico.

La trabajadoras domésticas “con cama” son especialmente vulnerables a la explotación ya que con frecuencia el salario que reciben es fijo, sin considerar las horas trabajadas, lo que hace que en la práctica estén disponibles cuando quiera que se les necesite.

EN EL MUNDO:

*Sólo el 10% de los trabajadores domésticos están cubiertos por la legislación del trabajo nacional en la misma medida que otros trabajadores.

*Más de una cuarta parte están completamente excluidos de la legislación laboral nacional.

*La mitad de los trabajadores del servicio doméstico no tienen límites en su horario de trabajo.

*El 45% no tiene derecho a períodos de descanso semanal.

*Sólo la mitad de los trabajadores domésticos tienen derecho a un salario mínimo equivalente al de otros trabajadores.

*El 83% son mujeres.

*Más de la tercera parte de las trabajadoras domésticas no tienen derecho a la protección de la maternidad.

EN URUGUAY

*Nuestro país es el primer país de América Latina en formalizar la negociación colectiva, tal como lo reclama la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

*En noviembre de 2006 se aprueba la Ley sobre trabajo doméstico.

*-El 19 de agosto de 2008 se realiza la primera convocatoria a los Consejos de salarios.

*En junio de 2012 Uruguay se convierte en el primer país en el mundo que ratifica el convenio Internacional del Trabajo N° 198 sobre trabajo decente para los trabajadores y trabajadoras domésticos.

*Nuestro país ha asumido el desafío de continuar bajando el porcentaje de evasión, de manera que la mayor cantidad de estos trabajadores estén dentro del mercado formal.

La cultura uruguaya ha diferenciado, durante muchísimos años, la situación de las empleadas domésticas y de los peones rurales del resto de los trabajadores dependientes. Se ha pensado durante buena parte de nuestra historia que tenían condiciones diferentes y un grado de dependencia mayor, así como discrecionalidad del empleador para utilizar y explotar sus trabajos.

En un país como Uruguay, que aún y más allá de los procesos evolutivos, continúa manteniendo estos conceptos culturales, el hecho de colocar a las trabajadoras domésticas en las condiciones laborales que hemos alcanzado, es un paso sustantivo para avanzar en la igualdad y acortar distancias, tanto desde el punto laboral como de género.

Con la llegada del Frente Amplio al gobierno y desde el año 2008, las trabajadoras domésticas han logrado importantes avances laborales. Nuestro país cuenta en la actualidad con una legislación que supera las expectativas esperables en la materia, aunque aún queda mucho camino por recorrer y aspectos a analizar en beneficio de este sector.

Uruguay ha sido reconocido mundialmente por la legislación de avanzada que viene impulsando con la finalidad de igualar los derechos de las trabajadoras domésticas a los de los trabajadores formales.

El 50 % ya se halla plenamente registrado y formalizado, frente a un 15 % promedio en América Latina.

No obstante y a pesar del esfuerzo del Gobierno por establecer un marco legal que garantice la igualdad de derechos y oportunidades para hombres y mujeres, subsisten irregularidades e incumplimientos, de empleadores que explotan a sus trabajadores, violando la ley, no reconociendo lo acordado, con condiciones laborales inadecuadas, aportando al BPS por lo mínimo o manteniendo a los trabajadores en la informalidad; especulando con la necesidad de la fuente laboral y el temor de perderla.

Es indispensable, entonces, profundizar e intensificar la tarea de sensibilización, concientización y difusión en defensa de los derechos de las trabajadoras y los trabajadores domésticos, que a pesar de la ley que los ampara, no siempre son respetados y reconocidos en su verdadera dimensión.

Este día, además de celebración, debe implicar una instancia para la reflexión y reivindicación con respecto a la actividad económica y productiva que, entre muchas otras, realizan los trabajadores del sector doméstico.

Como frenteamplistas y socialistas adherimos a esta celebración y reafirmamos el compromiso de velar por los derechos de los trabajadores, por el pleno ejercicio de los mismos, para erradicar toda forma de exclusión y discriminación y continuar avanzando en equidad y justicia.

Maestra Alba Bonino Peirano

Edil, Parido Socialista Frente Amplio.

(espacio contratado)