Como se aguardaba en nuestra zona, el Comité patrimonial de la UNESCO confirmó este domingo 5 de julio la inclusión en la lista del patrimonio mundial al ex frigorífico Anglo que funcionó en Fray Bentos, junto al río Uruguay, tal cual la Agencia Soriano de Noticias, @gesor, informa por separado.

El Frigorífico Anglo del Uruguay Sociedad Anónima, que en su su apogeo llegó a emplear, directa e indirectamente, a una cuantiosa cantidad de personas de habitantes de la región, fue una de las principales agro-industrias del Uruguay durante el siglo XX y sus productos adquirieron una asombrosa fama a nivel mundial.

Es un lugar histórico por muchas razones para Uruguay, entre otras cosas porque fue allí donde se encendió la primera lamparilla eléctrica en nuestro país.

Esta fábrica procesadora de productos cárnicos, una de las más importantes del continente, surgió como frigorífico Liebig en 1873 y estuvo dotada de un puerto de ultramar.

Su viejo y enorme edificio central y el resto de las instalaciones albergan el Museo de la Revolución Industrial y el Parque Industrial.

En un proceso que se cumplió entre 1922 y 1924, un grupo empresarial con capitales mayoritariamente británicos, adquirió la empresa Liebig Extract of Meat Company (una antigua firma alemana creada en 1865 que dio trabajo a 10000 personas en el último tercio del siglo XIX), pasando a denominarse Frigorífico Anglo del Uruguay, en referencia, naturalmente, al origen inglés de sus nuevos dueños.

Durante el segundo y tercer cuartos del siglo XX, fue el principal motor de desarrollo económico para el departamento de Río Negro.

Hacia fines de la década del 60 fue nacionalizado y adquirido por el Estado, pasando a denominarse Frigorífico Fray Bentos, aunque a nivel popular continuó siendo conocido como el Frigorífico Anglo. 

Posteriormente, a fines de los año 70, vino lo peor: cerraron secciones y hubo una drástica reducción del personal, hasta clausurarse sus actividades en general, lo que afectó la vida económica y productiva no sólo de Fray Bentos, sino de todo el departamento y la región. Se realizaron entonces múltiples esfuerzos para tratar de recuperalo como planta industrial, sin éxito. A principios de los años 80, en plena Dictadura, fue cedido a la empresa árabe Saudico, despertando muchas expectativas entre la población fraybentina, pero la operación culminó en un fracaso total. 

Una vez restablecida la vida democrática en el país, en 1985, siguieron los esfuerzos procurando su reapertura. Fue así que se creó el llamado Comité de Reactivación del Frigorífico, que realizó diferentes contactos con el Poder Ejecutivo (especialmente con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y también con el Poder Legislativo (con la Comisión Especial de Reactivación del Frigorífico Fray Bentos y el ingenizo azucarero ARINSA en Mercedes).

El Intendente de Río Negro, Doctor Mario Carminatti (Partido Colorado), tuvo una destacada participación en esas circunstancias, junto a los representantes nacionales del Departamento de Río Negro, el también colorado Guillermo Stirling y el nacionalista Alfonso Requiterena, luchando por soluciones para lograr la tan ansiada reapertura. Sin embargo, tras estudios realizados por técnicos del MGAP, concluyeron que los altos costos que traería la reconstrucción de la empresa, po los cambios registrados en las exigencias del mercado internacional de los productos cárnico, y el estado obsoleto de los equipos, hacían inviable esa reactivación.

De todas formas, desde la Intendencia rionegrense se reclamó al Ejecutivo la administración de la fábrica, el Barrio Anglo y una importante cantidad de terrenos adyacentes. El proyecto era instalar un parque industrial para pequeñas y medianas empresas aprovechando los grandes espacios techados de la fábrica, una zona franca estatal contigua a la misma, el aprovechamiento del Puerto, así como la creación de un Museo de la Revolución Industrial.

Precisamente, por iniciativa del intendente Mario Carminatti se creó el Parque Industrial Municipal que ofició de vivero de empresas, se mejoraron algunos servicios del Barrio Anglo y se sentaron las bases de lo que primero fue un recorrido histórico-turístico por la fábrica y que luego culminaría con la creación del "Museo de la Revolución Industrial". 

El Paisaje Industrial de Fray Bentos fue postulado en 2009, pasando a formar parte de una lista tentativa de Bienes Culturales que el gobierno uruguayo considera que deben ser Patrimonio Mundial (En esa lista, por ejemplo, también están presentes el edificio del Palacio Legislativo, la obra del arquitecto Eladio Dieste, el paisaje ferroviario del barrio Peñarol y la Isla de Flores). Durante los siguientes años, Unesco estudió el sitio desde el aire, con una visita de técnicos franceses en 2011 que sobrevolaron el área para ver la relación con el río Uruguay, puerta de salida de los productos allí generados hacia el mundo, y analizó los informes fundamentados presentados por el gobierno, hasta llegar a la histórica declaración emitida este domingo en Bonn.

La inclusión del Anglo en la lista de patrimonio mundial da lugar a una serie de festejos que se desarrollarán este martes 7 de julio en la ciudad de Fray Bentos. 

Con la designación, se abren muchas posibilidades no sólo para Fray Bentos sino para toda la región, sobre todo desde el punto de vista turístico.

Fotos: del archivo de @gesor

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