(escribe prof. Alejandro Carreño T.) Es el turno de Dina Boluarte. En Perú los presidentes no tienen chipe libre ni están por sobre la ley, como suele ocurrir en otros países de nuestro continente latinoamericano. En Perú, cuando un político es presidente, sabe que tiene un pie en Palacio Pizarro y otro fuera de él, investigado por casos de corrupción. La justicia peruana es severa y tiene especial aprecio por los presidentes, independiente de su color político. Toledo, Castillo, Humala, Kuczynski y Vizcarra bien lo saben. Algunos terminan en la cárcel. Alan García prefirió el suicidio.
Dina Boluarte asumió en diciembre de 2022, luego de la destitución de Pedro Castillo, hoy en prisión al igual que Alejandro Toledo. Un año y tres meses después no solo su casa fue allanada, sino que el propio Palacio Presidencial en busca de los relojes no declarados por la Presidenta. La investigación, además, es por presunto delito de enriquecimiento ilícito, y fue ordenada por el Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria a pedido de la Fiscalía de la Nación. La prensa destapó la olla que tiene a Dilma en la mira de la Justicia.
De acuerdo con el podcast La Encerrona, citado por el medio El País América del lunes 21 de marzo recién pasado, los relojes de Dina van desde un "Michael Kors", cuyo valor es de alrededor de 130 dólares hasta un "Rolex", modelo Datejust 36, de acero con oro rosado de 18 quilates e incrustaciones de diamantes, valorado en 19.000 dólares". El problema para la Presidenta es que ninguno se encuentra en su declaración de bienes. Además, La Encerrona, de acuerdo con el citado medio, le ha hecho una verdadera encerrona a Boluarte que la tiene por las cuerdas, como dirían los aficionados al boxeo.
Realizó un minucioso análisis de las fotos protocolares de Dina, y el polémico "Rolex" lo usó 25 veces desde su primera aparición el 7 de junio del año pasado. "Nunca antes lo había lucido en actos oficiales". Además, existe una gran diferencia "entre los cuatro relojes que portó antes de convertirse en presidenta y los 11 relojes que llegaron después, tras reemplazar a Pedro Castillo". Y para rematarla de vez, David Sun, representante de "Perú Watches", sostiene que entre los 15 relojes se encontrarían tres Rolex y no solo uno. Pero esta información no ha sido confirmada.
El futuro no se ve nada de esplendoroso para Dina Boluarte. Otro medio, La República, citado también por El País América, señala que "las declaraciones juradas de la presidenta Boluarte exhiben un incremento de 432.000 soles (117.762 dólares) en los últimos dos años, en el rubro otros ingresos", lo que significa que se han triplicado entre 2021 y 2023. Y la primera víctima fue el ministro del Interior, Víctor Torres, el lunes pasado, quien tuvo que renunciar por los cuestionamientos recibidos luego de que la Policía Nacional allanara la casa de la Presidenta y el propio Palacio Nacional.
Mientras tanto, los relojes, con su paso monótono y cansino, marcan el tiempo sembrado de dudas para la Presidenta. Pero la oposición no perdió el tiempo, y ya "presentó una moción de vacancia por incapacidad moral contra la presidenta, acusando que los relojes y joyas no aparecen en sus declaraciones juradas, representando un importante incremento patrimonial no justificado", según señala el medio chileno biobiochile.cl de ayer martes 2 de abril.
En todo caso, Dina Boluarte, con "Rolex" o sin ellos, sabía antes de asumir, que el destino de los presidentes de su país está marcado con el ADN de un pie en Palacio Pizarro y otro en la calle. O en la cárcel.
Hoy lo vive en carne propia.