(escribe prof. Alejandro Carreño T.) A fines de febrero el medio alemán Deutsche Welle Español informaba que, por primera vez en su historia, Cuba solicitaba a la ONU ayuda alimentaria: "Cuba pide a ONU urgente envío de alimentos. El régimen de #Cuba solicitó por primera vez ayuda al Programa Mundial de Alimentos #PMA ante "dificultades para distribuir leche subvencionada a los menores de 7 años", asegura. #HambreEnCuba (jov) https://t.co/wXcFagw5Ma - DW Español (@dw_espanol) February 28, 2024". Una alerta que evidenciaba la realidad que vive el pueblo cubano bajo la dictadura comunista que ya tiene 65 años.
Por otro lado, y de acuerdo con la Agencia EFE, la dirección ejecutiva del "Programa Mundial de Alimentos" (PAM) en Roma, confirmó la solicitud de ayuda enviada a fines de febrero pasado por el Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera (Mincex): "Confirmamos que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha recibido una comunicación oficial del Gobierno (cubano) solicitando apoyo para continuar la entrega mensual de 1 kilogramo de leche destinada a niñas y niños menores de 7 años en todo el país". PMA entregó a Cuba 144 toneladas de leche en polvo para los niños.
Pero el gobierno cubano había mantenido en secreto tanto la solicitud como la entrega humanitaria del PAM, a pesar del tiempo que lleva hablando de la escasez de alimentos. Por este motivo, la Agencia EFE solicitó una aclaración oficial que no ha tenido, al parecer, respuesta. En todo caso y lo que importa resaltar ahora es que la ayuda, de acuerdo con PAM, "144 toneladas métricas de leche en polvo descremada", fueron entregadas en febrero, beneficiando a casi 48.000 niños de entre 7 meses y 3 años en las ciudades Pinar del Río y La Habana. Pero esto corresponde solo al 6% de los niños beneficiados con esta leche subvencionada.
Pero el desabastecimiento de leche, según la Agencia EFE, es un problema que se arrastra por años, aunque los niños de hasta 7 años, así como las personas con dietas especiales tenían acceso a cierta cantidad mensual mediante la libreta de abastecimiento, eufemismo por libreta de racionamiento, a 21 centavos de dólar, equivalente a 2,5 pesos el kilo. Valor muy subvencionado. La crisis derivó en medidas paliativas tomadas en algunas provincias, como disminuir la población priorizada o reemplazar la leche por bebidas vitaminadas.
"No hay pan, no hay leche. No tenemos corriente. Los niños no van al colegio porque no desayunan y, cuando van, caminan hasta tres kilómetros porque no hay transporte...", cuenta Catalina a la Agencia EFE "mientras a su lado su esposo Víctor, de 49, sólo asiente con la mirada perdida", se lee en el medio biobiochile.cl de hoy miércoles 20 de marzo. La pareja, continúa el medio chileno, vive en Pura y Limpia, un humilde barrio de casas junto a la localidad de Santa Marta (occidente de Cuba). Las dificultades de Catalina y Víctor se replican dramáticamente en la isla.
Pero no solo el hambre aqueja a Cuba, también la falta de electricidad. Cuba no tiene capacidad para producir la energía que necesita, por fallas en las centrales y falta de combustibles. Apagones permanentes que también vienen de años. El problema se ha agudizado de tal manera que, desde el 20 de febrero pasado, entre el 20 y el 45% del país cae en la oscuridad cada día, en el momento de máxima demanda. Los apagones, de más de diez horas diarias en muchas provincias, son un calvario para los cubanos. Por eso las protestas se asoman tímidamente, como suele ser en los regímenes dictatoriales.
Como las del domingo 17 recién pasado, cuando cientos de personas gritaban en las calles de Santiago de Cuba, la segunda en importancia: ¡Corriente y comida! También se escucharon consignas políticas como "¡Libertad!" y "¡Patria y vida!", que fue el lema de las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021, las más numerosas en décadas. Pero no pasan de ser gritos de desahogo, pues en Cuba no hay elecciones y solo existe el Partico Comunista. La dictadura es plena.
Hambre y oscuridad. La dramática realidad cubana debiera ser una alerta para el continente, sobre todo para aquellos pueblos cuyos gobernantes quieren implantar el régimen comunista. Chile es un ejemplo cada vez menos solapado.

(*)  foto:  https://diariodecuba.com/